Algunos lo dejan para después de la pega. Otros para cuando se acuerdan. Y algunos, definitivamente, no lo hacen nunca. Hacer la cama es una tarea obligatoria y que, según los expertos, podría darnos muchos beneficios si convertimos en un hábito dejarla hecha todas las mañanas.
Dicen los expertos que convertir el hacer la cama como el primer hábito del día ayuda, mentalmente, a tomar la decisión de organizar bien el día completo. Sería el gran paso para ir cumpliendo las metas, pequeñas y grandes, de la jornada. ¿Será tan real? Es cosa de ponerlo a prueba y descubrir si resulta.
Según la psicóloga y coach Eva Hidalgo, muchas de las personas que realizan esta tarea a diario se caracterizan por ser activas, perfeccionistas y organizadas. Asimismo, suelen estar acostumbradas a marcarse objetivos y valoran el trabajo y el esfuerzo.
Además, acostarte en una cama desecha afecta la calidad del sueño. Así lo confirma, un estudio de la National Sleep Foundation de Estados Unidos, que realizó una encuesta que confirma que las personas que hacían su cama cada día eran más propensas a tener un sueño reparador la mayoría de los días. Además, 3 de cada 4 encuestados decían que dormían mejor cuando las sábanas olían a limpio.
Fuente: carolina.cl