Una historia de ficción. Eso es lo que está viviendo desde hace un tiempo Erica Saunders, una mujer estadounidense de 29 años que recibió una llamada que le cambió la vida y con la que conoció al amor de su vida.
La mujer fue contactada por Austin Sanders, un sujeto que solo buscaba arrendar uno de sus departamentos. Lo que no sabía era que se comunicaban con ella desde la cárcel. Eso hasta que se escuchó el “te queda un minuto de llamada”. El hombre no logró su cometido y dijo que volvería a llamarla (y al parecer, también regresó por ella).
Ese primer “telefonazo” sería el principio de todo. Comenzaron a hablar día y noche, realizaron videollamadas y ¡pum!, se flecharon.
Tan in love quedó Erica, que esperó que el hombre terminara su condena de 7 años para que se fueran a vivir juntos e incluso, a finales del año pasado, se casaron.
“Estaba nerviosa, pero en el momento en que nos abrazamos y mientras nos abrazábamos, sentí una abrumadora oleada de calma. Y mis preocupaciones se desvanecieron y me sentí segura en sus brazos”, reveló la mujer para el New York Post.
“Estoy tan feliz de no haber dejado que ninguna opinión negativa me influyera, ya que ahora me he casado con mi mejor amigo”, agregó Erica, en respuesta a los comentarios negativos que ha recibido por su pareja. Un amor que rompió cadenas.
¿Qué opinas de esta historia de amor?
