Bill Gates lleva años estudiando el cambio climático y tiene un plan para combatirlo. En un nuevo libro, el fundador de Microsoft ofrece una hoja de ruta para reducir a cero las emisiones, una meta factible, pero que requerirá grandes avances tecnológicos, según avisa.
“Cómo evitar un desastre climático”, que sale a la venta el 16 de febrero en una veintena de países, es una aportación amplia y didáctica al debate sobre el clima de alguien que fue capaz de ver con años de antelación el “boom” del software o la falta de preparación del mundo ante una eventual pandemia.
El mensaje de Gates es a la vez optimista -frenar el calentamiento global en las próximas décadas es posible- y realista -harán falta enormes progresos tecnológicos y mucha voluntad política-.
“La gente que cree que esto es fácil tiene que estudiar la amplitud de las fuentes de emisiones. La gente que cree que es imposible, espero que miren al potencial de innovación en estas áreas y vean que es posible, aunque muy difícil”, explica el empresario y filántropo en un encuentro virtual con un grupo de medios europeos, entre ellos Efe.
Estudios
Gates comenzó a interesarse por el cambio climático hace aproximadamente dos décadas y llegó al tema de forma indirecta, al estudiar la relación entre la falta de suministro eléctrico y la pobreza que veía en sus viajes a países en desarrollo de la mano de su Fundación.
Poco a poco, tras muchas conversaciones con expertos y científicos, explica que llegó a la conclusión de que el desafío para el mundo era aún mayor: no se trataba sólo de generar más electricidad para que los desfavorecidos prosperen, sino de hacerlo sin emitir más gases de efecto invernadero.